EPI en bici. De Corbera a Castelldefels

RECUERDE: Es recomendable dividir el recorrido en varias etapas adaptadas a su nivel físico.

Saldremos de Corbera. El paisaje agro-forestal del comienzo cambia por completo y ahora, una vez dejados los viñedos del valle del Anoia, la cubierta forestal se hace continua hasta el pueblo de Castelldefels. En el Valle del Llobregat, esta cordillera recibe el nombre de Montañas de Ordal y, más a poniente, tocando el Penedès y hasta mar, es la Sierra del Garraf.
 
Esta cubierta forestal se modifica ligeramente en las umbrías y torrentes donde, robles, encinas y otros arboleros de hoja caduca ganan protagonismo. También aquí, el sotobosque de romero, lentisco y coscoja es sustituido por el seto.
 
Cruzaremos tramos urbanizados por Corbera, Vallirana y Begues separados por bosques de pino carrasco en diferentes estadios de desarrollo resultado de la acción de incendios pasados.
 
En Corbera pasaremos por el casco viejo de Castell e Iglesia de Santa Maria, seguidamente llegaremos al bello lugar del Monasterio de Sant Ponç para subir pasando por la fuente Freda, hacia Coll Verdaguer, sobre Vallirana. Bajaremos al pueblo y remontaremos todo el fondo de Can Bogunyà y Vall d'Arús, antiguamente espacio de cría del águila perdicera, para remontar hasta la Peña del Moro (467 m) de donde disfrutaremos de vistas a los términos de Sant Climent, Torrelles y Begues. 
 
Bajaremos a la llanura agrícola de Begues y, cruzando el pueblo pasando por la iglesia de Sant Cristòfol, nos dirigimos hacia la Clota (conjunto arquitectónico en ruinas, datado del s. XIV). Del collado de la Clota, bajamos a la Sentiu.
 
Si va en BTT, lo haremos por la pista principal. Una larga y rápida bajada por la umbría de la sierra de Perers, pasando por alguna masía en ruinas. Es la pista conocida como camino de los Penitentes.
 
Los que seguimos en PIE, cogemos un sendero, el GR 92 que se empleaba para unir el vecindario de la Clota con Eramprunyà y Bruguers, sin tener que dar la vuelta por detrás el monte de la Desfeta (516 m)
 
Estamos en la cabecera del valle de la Sentiu. Una vez que la agricultura desapareció, los pinos fueron colonizando el espacio y más tarde, los incendios hicieron que los arbustos fueran los más abundantes. Los pinares jóvenes, como los que hemos ido atravesando, van recuperando el espacio por encima de los arbustos.

A PIE, después de bordear el Castell d'Eramprunyà, una derecha bajada que pasa cerca de la roca agujerada, nos conduce a la ermita de Bruguers donde tomamos la pista cómoda que baja hacia la Sentiu, donde nos encontramos de nuevo con el camino que se realiza en BTT.
 
Ahora por una mancha de pinar alterada nos dirigimos hacia el Castell de Castelldefels. A continuación bajaremos cruzando el pueblo hacia la llanura donde ya ha desaparecido cualquier testimonio agrícola de este rincón de delta, salvo algunos pinos piñoneros. Rodeados por la zona residencial y pasadas las C-32 y C-31 llegamos al Parque del Mar en la Playa de la Pineda.