Abejaruco

Salimos de los bosques de pino carrasco, salpicados de robles y encinas, en los valles de la riera,  para llegar arriba las mesetas, fáciles de mecanizar y, por lo tanto, cultivados.   

Estamos en la barraca de la Casa Nueva. A nuestra derecha, elevada, se encuentran los restos de la ermita de San Armengol.  Se construyó, en el siglo XVI, pero algunos restos pertenecen a las reparaciones del siglo XVIII. Estaba custodiada por un ermitaño que vivía permanentemente: hacia el 1612 Ramon Bayso era el ermitaño y para el 1670 era un tal Miquel Permànyer.  

En verano escucharéis un canto de pájaros por encima vuestro. Des de África, nos visitan unos bonitos pájaros que, una vez se han reproducido, marchan de nuevo hacia el sur. (finales de verano). 

En estos espacios abiertos donde estamos ahora, encuentran comida y lugar para criar. Hacen los nidos en los taludes de tierra floja que hay entre campos: una galería de hasta 2 m con una cámara con el nido al final.  

Son muy sociales y viven en grupo. Hacen colonias de cría donde se reúnen muchas parejas.  

Los podéis ver posados encima de las ramas finas de los árboles, o en hilos de teléfono, vigilando posibles presas: normalmente cazan insectos voladores como libélulas, abejas, moscardones, avispas...

Los colores (foto) son de lo más bonito: panza azul, cabeza moreno-rojiza, alas verdes y morenas y el carpo amarillo.